Ante la constante de la mayoría de los seres humanos, de vivir —o sobrevivir— sin conseguir la plena satisfacción entre lo que hacemos y perseguimos, Marsha escribe este interesante libro.

Inicia narrando un poco sobre su historia en primera persona, reconociendo de entrada lo difícil que fue atravesar por el rato de la vida donde no encontraba sentido a las cosas que tanto tiempo absorbían, porque no era feliz haciendo tales cosas.

Explica en varias ocasiones lo que sucede cuando las personas siguen el modelo de lo que hace la sociedad. Lo desglosa desde la perspectiva psicológica del ser humano, su reacción y su percepción.

En lo adelante, analiza cómo ocurre la transición desde los “Monday morning blues”, la expresión norteamericana que define la incomodidad al regresar a la oficina los lunes temprano, hasta desempeñar una actividad cotidiana placentera y también sustentable. Enriquece muy bien su libro con relatos reales de sus pacientes y sus ejemplos.

Estructura

Para el gusto del lector que redacta esta reseña, Marsha no crea expectativas a posteriori, sino que desde el inicio del libro es posible predecir lo que traen las siguientes páginas y por esto también el libro pudiera resultar ser repetitivo en las ideas de forma parafraseada en diferentes fases del libro.

Contenido

Si bien es cierto que la autora esboza muy bien la realidad de muchas personas y cómo personas similares logran superar ciertas crisis —cuales son objeto de esta pieza—, no menos cierto es que Marsha se enfoca a situaciones popularmente conocidas y en la dimensión norteamericanas (por razones obvias), pero sí que es una limitante para impactar a personas en otros continentes.

Edición

Este libro ha sido leído en el idioma inglés, en tal sentido, el reseñista —de inglés no nativo— se reserva cualquier valoración en aspectos de edición.